¡Queridos hijos míos!
Ahora ya hacía varios días que no escribía, mis más sinceras disculpas por ello.
Hoy os aconsejaré que entréis en un nuevo blog que un par de hijas mías han inaugurado recientemente. Se llama
Cool Fiction, un lugar donde, según ellas, mostrarán su propia versión de lo que es cool y de lo que no lo es. De momento sólo está el mensaje inaugural y falta ver cómo marcha el asunto, pero ya se han ganado el honor -y la bendición- de que el Señor Jesucristo les visite periódicamente para ver si han actualizado, o qué.
Yo las bendigo.
Y es que yo soy una divinidad a la cual le gustan mucho las cosas cool. Tengo todos los DVD's de Sexo en Nueva York, Kubrick me regaló unas gafas de pasta (¡ojo!), veo pelis de Europa del este en versión original no subtitulada (porque como ya dije soy divino, o semi divino, y conozco todos vuestros idiomas), y desearía hacerme budista, pero como soy Jesucristo, pues no puedo.
Y también me mola esa mujer con nombre de dentífrico, Björk. Mi Padre dice que es una gañana y una pecadora, pero a mí su música me mola y ella también me cae bien... pero sí, es un poco pecadora. Cuando suba pacá será cuestión de regañarla y hale, fiestuca divina en mi divino chalé con vistas a Groenlandia, a la cual no podrá faltar de ninguna de las maneras Truman Capote, que es lo más y desde que subió se le han quitado todas esas gandalladas de la cabeza que tenía en su decadencia en la Tierra.
Qué bien nos lo pasamos, él, su novio Perry Smith (con el permiso de Satanás, porque Perry fue muy malo y mató mucha gente y está en el Infierno pasándolas canutas; y no, aquí no tenemos ningún problema con los homosexuales, ya os contaré...), y toda la troupe bailando, bebiendo y remojándonos en la piscina.
Eso cuando no curro con mi Pa, claro... como ahora, sólo que me he escapado un momentín a dar señales de vida.
Es irónico que haga algo en la Blogosfera que se supone tendría que hacer en la Tierra... en fin, ajo y agua.
¡Benditos seáaaaais...!
