miércoles, 2 de julio de 2008

El veranito leré, y todas esas cosas

Os pido disculpas, una vez más, por dejar este lugar descuidado. Es que el tiempo pasa muy deprisa y cuando uno se da cuenta, ¡ya han pasado dos meses!

En fin, hoy os traigo el invento revolucionario contra la calor de este verano. Yo nunca tengo calor, ni frío. La instalaciones aquí en el Cielo son la monda y puedes ir todo el día en manga corta (¿de verdad alguien cree que aún voy con túnica?). Pero mi querida hija Raquel, que no está en Comunión conmigo pero que a mí eso, plim (meros trámites celestiales, aquí entra todo dios, JAJAAAA qué cabrón), ha dado con vuestra solución a vuestros sofocos estivales:

¡¡EL ABANICO DIVINO DE JESÚS!!

Podéis pinchar en las imágenes para verlas a resolución divina y leer las divinidades que pone. De verdad que no me lo puedo creer, ¡es totally celestial! No sé quién está detrás del "¡Refréscate!", pero eso da igual. Seguro que os calma el bochorno que de bien seguro que está haciendo estos días en la Tierra.

Otra cosa. Veo Operación Triunfo. Sí. Papá me lo prohíbe pero yo cada martes hago una escapadita con Marlon Brando para ir al chalé estilo brasileño de Lucifer y verlo de principio a fin.

Pero ayer... ayer se me cayeron los pendientes reales al suelo al ver cómo un pimpollo cualquiera interpretaba mi tema estrella de mi super musical, desafinando cosa mala y sobreactuando tanto que hasta me hizo preguntarme a mí mismo si sufrí tanto de veras comiéndome la olla en Getsemaní.

Pondría un documento gráfico sobre ello, pero parece que mis hijos de Youtube aún no han colgado ningún video.

En fin, ¡yo os bendigoooo!

martes, 27 de mayo de 2008

Aparición estelar en Eurovisión

Yo tengo que reconocerlo: soy un fan del festival de Eurovisión. Me lo paso chupi guay viéndolo, y bailo en cantidad. También comento las canciones junto a Joaquín Luqui, espatarrados en el sofá, bebiendo limonada y comiendo palomitas. Espero hacerlo en el futuro con Uribarri, y que me pronostique los votos y esas cosas que ya hace por la tele. Pero como yo todo lo sé, soltaré un "jaja" cuando la espifie.

El caso es que el sábado estaba viendo el festival, cómo no, y cuál fue mi sorpresa al ver el número musical de Francia. El título de la canción era Divine, y el número empezaba con un coro de chicas aparentemente disfrazadas de aquí el menda, para a continuación aparecer alguien clavadito a mí en un coche de golf y con una pelota de playa que representaba el planeta Tierra.


¡Ay mi Santa Madre! Joaquín Luqui me miró con cara extraña y, mientras GOZÁBAMOS de ese espectáculo tan divino, pensó lo mismo que yo: ¿Estaría mi don de la omnipresencia haciendo de las suyas? ¿Habría perdido el control del mismo?

Tras acabar la actuación (no quise perdérmela), llamé a mi padre, que Él todo lo sabe, para preguntárselo. Es cierto que yo también todo lo sé, pero cuatro ojos divinos ven más que dos. Me dijo que tranquilote machote, que mis poderes estaban todos normales y corrientes, y que lo que acababa de aparecer por la televisión era un mortal imitándome (a la perfección, estuvimos de acuerdo mi padre, Joaquín Luqui, y yo).

En fin, ahora comprendo cómo se siente el vulgo cuando fuma demasiado y flipa viendo a mi Santa Madre entre matorrales.

viernes, 2 de mayo de 2008

No tengo perdón de Dios

Digooo, de mi Padre.

Siempre me acabo despistando a la hora de actualizar mi divino blog. ¡Es que hay tanta faena aquí arriba...! El otro día nos enteramos de que un viejales encerró a su propia hija en un sótano y le hizo guarreridas durante veinticuatro años. ¡Y tuvo hijos con ella y todo! Un show. Pues bien, my Father y yo nos tuvimos que reunir con Lucifer (que es un tio muy divertido, pero muy malote... algún día hablaré de él) para ir acordando las condiciones de castigo eterno que sufrirá el tio este. Estuvimos dos horas celestiales hablando, porque imaginaros la situación: mi Padre pidiendo arrasar Austria con un nuevo Diluvio Universal, Lucifer pidiendo quedárselo para él solito para hacerle guarreridas durante veinticuatro siglos seguidos sin descanso, y yo en medio gritando "¡Amor! ¡Amor!".

Al final decidimos entregárselo a Lucifer, pero no para hacerle guarreridas durante veinticuatro siglos seguidos sin descanso, no, sino para que lo encerrase en una celda infernal, atado con cadenas gruesas en un sillón, y tragándose todos los capítulos habidos y por haber de Escenas de matrimonio en loop, con los párpados de los ojos sin permiso divino para limpiar las córneas, durante tooooda la eternidad.

Creo que será un castigo eficiente. ^^

viernes, 28 de marzo de 2008

¡Cosas que dije! (¿Primera parte de un serial? ¡Quizá!)

A petición de mi queridísima Laure, escribo este post con mis mejores frases y demás perlas que valen la pena leer algún día en vuestras vida. También pongo una foto que me acabo de hacer con mi nueva y divina webcam, que le acabo de confiscar al pillín de Franco, por hacer guarreridas indebidas.

En fin, vayamos al tajo. Parecerán chistes, pero NO. Es LA PALABRAAAAARL.

Un joven vino a verme la cara bonita y me dijo:
- ¡Maestro (del Universo)! ¿Qué he de hacer de bueno para tener vida eterna?
Y yo le contesté:
- ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? Bueno solamente hay uno (¡YO! Of course. Ah no calla, que en teoría es Papi...). Pero si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos (recuerda que no podemos conducir por ti!).
- ¿Cuáles? - me pregunta el pobre ignorante.
- No me seas cabrón, y no mates; no me seas cerdaco, y no cometas adulterio; no me seas caco, y no robes; no me seas María José Galera, y no digas mentiras en perjuicio de nadie; no me seas hooligan, y honra a tu padre y a tu madre; y no me seas gitanaco y ama a tu prójimo como a ti mismo.
- Todo eso ya lo he cumplido - me dice el espabilao -, ¿qué más me falta?
Ahí casi le estampo el jeto contra los olivos. En fin, contesté:
- Si quieres ser perfecto (¡como YO!), ve, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riquezas en el cielo. Luego ven y sígueme.
Pero el tio se fue tó tristorro porque se ve que estaba forrao hasta los dientes. Entonces me dirigí a la muchedumbre con el modo messiah en ON cual Chris Martin, y les dije:
- Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Os lo repito: le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.
"¡Toma moreno!", me dije a mí mismo, y recibí multitud de felaciones... ¡simbólicas!

Más:

Un día iba yo paseando todo pancho con mis doce seguidores por el monte, cuando me di cuenta de que me seguían miles de personas. Dije "¡Ahivá!", entonces vino Pedro y me dijo en un extraño dialecto: "The show must go on". Como yo soy Jesús, pues le entendí aún y desconociendo ese dialecto, así que me dirigí a todo Dios (Papá, es una expresión, estate tranqui), y dije a los cuatro vientos...

- ¡Bienaventurados los que reconocen su pobreza espiritual, porque suyo es el reino de los cielos!
¡Bienaventurados los que sufren, porque serán consolados!
¡Bienaventurados los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido!
¡Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos!
¡Bienaventurados los compasivos, porque Dios tendrá compasión de ellos!
¡Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios!
¡Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos!
¡Bienaventurados los perseguidos por hacer lo que es justo, porque suyo es el Reino de los Cielos!

Y así tropecientas mil bienaventuranzas. Me salió todo de golpe, parecía un adicto de crack, pero ¿y lo bien que me quedó?
Tambien dije...

- No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo (Nota: en realidad esto es una metáfora ;P), donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar. Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.
>> Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y al dinero.

Y la peña siguió coreando "Jesus Christ Superstar", aunque irónicamente unos cuantos años después se harían muñecajos de aquí un servidor clavado en una cruz de oro maciiiizo.

A ellos les dije:

- ¡Oíd esto, vosotros los ricos! ¡Llorad y gritad por las desgracias que vais a sufrir! Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas, comidas por la polilla. Vuestro oro y vuestra plata se han enmohecido, y ese moho será una prueba contra vosotros y os destruirá como fuego. Habéis amontonado riquezas en estos días, que son los últimos. El jornal que no pagasteis a los que trabajaron en vuestra cosecha está clamando contra vosotros; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores. Aquí en la tierra habéis llevado una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! Habéis condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia.

- ¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre vosotros? De los malos deseos que siempre están luchando en vuestro interior. Queréis algo, y no lo obtenéis; matáis, sentís envidia de alguna cosa, y como no la podéis conseguir, lucháis y os hacéis la guerra.

Y ahorita viene lo mejor, mi numerito estelar antes y después del último atracón de comer que me pegué en vuestro mundo:
Antes de cenar le empecé a lavar los pies a Simón Pedro, y éste me dijo:
- ¡Eh! ¡Mariconadas las justas! Eeehmm perdone Maestro... ¿vas a lavarme los pies?
- Ahora no entiendes lo que estoy haciendo, pero más tarde lo entenderás.
- ¡Jamás permitiré que me laves los pies!
- Si no te los lavo no podrás ser de los míos.
- ¡Entonces, Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza!

Después de lavarles los pies a TO-DOS (porque soy así de majo), comencé a decir:
- ¿Entendéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y tenéis razón porque lo soy (¡faltaría more!). Pues si yo, el Maestro y Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado un ejemplo para que vosotros hagáis lo mismo que yo os he hecho. Os aseguro que ningún sirviente es más que su señor y ningún enviado es más que el que lo envía. Dichosos vosotros, si entendéis estas cosas y las ponéis en práctica.
>> Ahora se manifiesta la gloria del Hijo del hombre, y la gloria de Dios se manifiesta en él. Y si él manifiesta la gloria de Dios, también Dios manifestará la gloria del Hijo del hombre. Y lo hará pronto.
- ¡Hostia, qué puto lio! ¡Al grano Jefe! - dijo Judas.
- Tú vete a donde te tienes que ir que ya vas tarde - le respondí, y se quedó con cara de lelo, pero lo pilló un minuto después, y se piró a venderme por treinta monedas de oro, el muy Luis Figo.
- Emmm, ¿por dónde iba? Ah, sí. Hijitos míos, ya no estaré mucho tiempo con vosotros. Me buscaréis, pero lo mismo que dije a los judíos os digo ahora a vosotros: No podréis ir a donde yo voy. Os doy este último mandamiento: Que os améis los unos a los otros. Así como yo os amo, debéis también amaros los unos a los otros. Si os amáis los unos a los otros, todo el mundo conocerá que sois mis discípulos. No hay amor más grande que el que a uno le lleva a dar la vida por sus amigos.

Y bueno, después de esta performance retrospectiva, me despido de vosotros, ¡oh mis queridos hijos!, hasta una nueva entrega de éstas, las crónicas divinas por excelencia.

¡Alabados seáaais...!

jueves, 27 de marzo de 2008

La semana en la que me dieron pal pelo

¡Oh! ¡Alguien ha votado que no soy majo!

Uhm, te perdono.

El caso es que quería hablaros de eso que llamáis vosotros la Semana Santa, la cual yo recuerdo como la semana que me dieron pal pelo, o la semana del "caña al Cristo que es de goma", etc., etc. Como fue una semana que ya estaba preparada (y no por El Corte Inglés, sino por Mi Bello Padre), y ya sabía que luego resucitaría y me quedaría tan ancho, pues me lo tomo con humor.

Pero parece que mis queridos hijos no. Y no es para menos, porque les di un buen sustaco, y lo dramaticé todo tanto que aún me lloran, los pobretes.

Hay cosas que yo no entiendo. ¡Yo no di orden para celebrar o recordar mi muerte! ¿Por qué la celebráis/recordáis? Está bien el gesto y esas cosas, pero leñe, con una oración basta, ¿no? Eso de ir por la calle vestidos con túnicas de muy mal gusto, con los sombreros de David el gnomo versión burka... esos berridos en forma disimulada de algún tipo desconocido de cante que les hacéis a las pobres estatuas, que ni os oyen, ni NÁ.

Me hace gracia porque es algo que está prohibido por el libro de Mi Papi, pero bueno, Él (y Yo!) también dijo que NO SE DEBÍA MATAR, y como diría Mariano Rajoy: que vi, vi, viva la fiesta; vi, vi, viva la fiesta. También dije que los que se dirigiesen a mí o a My Father de tú a tú (lo que hacéis cada año berreandome al oído!) y no esté aquí arribota, sería un hipocritilla y no le escucharía.

Porque no, porque me molo a mí mismo.

Pero en fin, son cosas de la vida.

Aún recuerdo el momento en el que la palmé. Me escocía cosa mala todo el cuerpaco (obviamente), así que decidí echarme una siesta. ¡Pero hete aquí que me morí! Y aparecí delante de Mi Divino Padre en paños menores, y me dijo:
- ¡Anda que has tardao!
Y yo:
- ¡Cacho capullo! ¡Encima que me mato porque lo dices tú!
- Juajuajua, estaba de coña, hombre.
- ¿Hombre?
- Bueno, hijo del hombre.
- Ah, bueno.
Está hecho un campechano. Es el símil divino del rey de España, sólo que no vive del cuento, porque Él lo es todo y no le hace falta.

Como no sé cómo terminar este mensaje celestial, lo dejo aquí. Porque sí, porque Yo todo lo puedo y porque me han entrado ganas de escuchar lo nuevo de Freddie Mercury. ¿Que queréis escucharlo? ¡Pues morid!

Pero con estilo, ¿eh?