¡Oh! ¡Alguien ha votado que no soy majo!
Uhm, te perdono.
El caso es que quería hablaros de eso que llamáis vosotros la Semana Santa, la cual yo recuerdo como la semana que me dieron pal pelo, o la semana del "caña al Cristo que es de goma", etc., etc. Como fue una semana que ya estaba preparada (y no por El Corte Inglés, sino por Mi Bello Padre), y ya sabía que luego resucitaría y me quedaría tan ancho, pues me lo tomo con humor.
Pero parece que mis queridos hijos no. Y no es para menos, porque les di un buen sustaco, y lo dramaticé todo tanto que aún me lloran, los pobretes.
Hay cosas que yo no entiendo. ¡Yo no di orden para celebrar o recordar mi muerte! ¿Por qué la celebráis/recordáis? Está bien el gesto y esas cosas, pero leñe, con una oración basta, ¿no? Eso de ir por la calle vestidos con túnicas de muy mal gusto, con los sombreros de David el gnomo versión burka... esos berridos en forma disimulada de algún tipo desconocido de cante que les hacéis a las pobres estatuas, que ni os oyen, ni NÁ.
Me hace gracia porque es algo que está prohibido por el libro de Mi Papi, pero bueno, Él (y Yo!) también dijo que NO SE DEBÍA MATAR, y como diría Mariano Rajoy: que vi, vi, viva la fiesta; vi, vi, viva la fiesta. También dije que los que se dirigiesen a mí o a My Father de tú a tú (lo que hacéis cada año berreandome al oído!) y no esté aquí arribota, sería un hipocritilla y no le escucharía.
Porque no, porque me molo a mí mismo.
Pero en fin, son cosas de la vida.
Aún recuerdo el momento en el que la palmé. Me escocía cosa mala todo el cuerpaco (obviamente), así que decidí echarme una siesta. ¡Pero hete aquí que me morí! Y aparecí delante de Mi Divino Padre en paños menores, y me dijo:
- ¡Anda que has tardao!
Y yo:
- ¡Cacho capullo! ¡Encima que me mato porque lo dices tú!
- Juajuajua, estaba de coña, hombre.
- ¿Hombre?
- Bueno, hijo del hombre.
- Ah, bueno.
Está hecho un campechano. Es el símil divino del rey de España, sólo que no vive del cuento, porque Él lo es todo y no le hace falta.
Como no sé cómo terminar este mensaje celestial, lo dejo aquí. Porque sí, porque Yo todo lo puedo y porque me han entrado ganas de escuchar lo nuevo de Freddie Mercury. ¿Que queréis escucharlo? ¡Pues morid!
Pero con estilo, ¿eh?
Uhm, te perdono.
El caso es que quería hablaros de eso que llamáis vosotros la Semana Santa, la cual yo recuerdo como la semana que me dieron pal pelo, o la semana del "caña al Cristo que es de goma", etc., etc. Como fue una semana que ya estaba preparada (y no por El Corte Inglés, sino por Mi Bello Padre), y ya sabía que luego resucitaría y me quedaría tan ancho, pues me lo tomo con humor.
Pero parece que mis queridos hijos no. Y no es para menos, porque les di un buen sustaco, y lo dramaticé todo tanto que aún me lloran, los pobretes.
Hay cosas que yo no entiendo. ¡Yo no di orden para celebrar o recordar mi muerte! ¿Por qué la celebráis/recordáis? Está bien el gesto y esas cosas, pero leñe, con una oración basta, ¿no? Eso de ir por la calle vestidos con túnicas de muy mal gusto, con los sombreros de David el gnomo versión burka... esos berridos en forma disimulada de algún tipo desconocido de cante que les hacéis a las pobres estatuas, que ni os oyen, ni NÁ.
Me hace gracia porque es algo que está prohibido por el libro de Mi Papi, pero bueno, Él (y Yo!) también dijo que NO SE DEBÍA MATAR, y como diría Mariano Rajoy: que vi, vi, viva la fiesta; vi, vi, viva la fiesta. También dije que los que se dirigiesen a mí o a My Father de tú a tú (lo que hacéis cada año berreandome al oído!) y no esté aquí arribota, sería un hipocritilla y no le escucharía.
Porque no, porque me molo a mí mismo.
Pero en fin, son cosas de la vida.
Aún recuerdo el momento en el que la palmé. Me escocía cosa mala todo el cuerpaco (obviamente), así que decidí echarme una siesta. ¡Pero hete aquí que me morí! Y aparecí delante de Mi Divino Padre en paños menores, y me dijo:
- ¡Anda que has tardao!
Y yo:
- ¡Cacho capullo! ¡Encima que me mato porque lo dices tú!
- Juajuajua, estaba de coña, hombre.
- ¿Hombre?
- Bueno, hijo del hombre.
- Ah, bueno.
Está hecho un campechano. Es el símil divino del rey de España, sólo que no vive del cuento, porque Él lo es todo y no le hace falta.
Como no sé cómo terminar este mensaje celestial, lo dejo aquí. Porque sí, porque Yo todo lo puedo y porque me han entrado ganas de escuchar lo nuevo de Freddie Mercury. ¿Que queréis escucharlo? ¡Pues morid!
Pero con estilo, ¿eh?
2 comentarios:
1) La virgen¡ digo...ostia¡¡ como se cebaron con el campechano progre XD. Yo tampoco entiendo lo de los burkas XDDD Pero dan mucho miedo.
2) El Rey no es Jesus ni harto vino XDD
3) Has puesto un espermicida para la gente de Hazteoir.org??? Como un día descubran este blog me reire infinitamente y luego moriremos todos pq seguro q escoden armas químicas.
4) Tienes que hacer un post con esas grandes frases de la biblia como la que me dijistes el otro día de que ningún rico pisaria el cielo. Se malo Jesus¡ XDD
¡Querida Laure!
Yo no digo que el rey de España sea Jesús, digo que Dios, osea Mi Padre, se parece al rey de España. ¿Es que no has ido a la catequesis? Bueno, casi que mejor informarse de estas cosas de mayor, que de pequeño aún no tienes juicio con estas cosas.
Anyway, ¡dejad que los niños se acerquen a mí! Jugaremos a la Wii.
¿Hazteoír? ¿Quiénes son esos? Qué nombre más cutre.
Tus deseos son órdenes. Mañana pondré un post con frases mías que se incluyen en la Bíblia. ¡Porque no se incluyen todas, no! Al menos yo no leí lo de "¡Era broma!", después de decir que la homosexualidad es una inmoralidad sexual xDD.
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